Hacia dónde va la Arquitectura Corporativa en nuestro país, ¿el camino apropiado es el del espectáculo escenográfico importado?


¿Cuál es la propuesta paraguaya para el desarrollo de arquitectura corporativa? ¿Seguimos el modelo impuesto por el mercado globalista, replicando estándares sin reflexión ni identidad, o apostamos por una arquitectura adaptada a nuestro clima, nuestra cultura y nuestra economía?

Es innegable que varias promotoras han abierto camino al suplir la demanda de edificios corporativos en esta etapa de industrialización, modificando normativas para permitir mayores alturas en ciertas avenidas estratégicas. En una de estas arterias de penetración urbana, emergen proyectos como el World Trade Center, dentro del denominado “eje corporativo asunceno”. Pero, ¿se trata de una planificación municipal real o simplemente de una estrategia de marketing para consolidar un «loop corporativo» ajeno a la identidad local?

Arquitectura sin identidad: un problema recurrente

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En muchas ciudades latinoamericanas y europeas, la arquitectura comercial ha desplazado gradualmente la arquitectura con raíces locales. Se prioriza la rapidez de construcción y la rentabilidad sobre la calidad del diseño, reduciendo los proyectos a metros cuadrados mínimos para maximizar la inversión.

Este fenómeno ha impulsado una arquitectura basada en materiales importados de apariencia novedosa, pero sin justificación técnica o climática. ¿Una fachada vidriada expuesta al oeste refleja riqueza o simplemente es un edificio energéticamente ineficiente? ¿Acaso estos proyectos responden a una sociedad más preocupada por aparentar que por generar espacios funcionales y sustentables?

La banalización del diseño corporativo

En este contexto, cabe preguntarse:

  • ¿Son necesarias las decoraciones formales exageradas en la arquitectura corporativa?
  • ¿El perfeccionismo visual es un requisito indispensable, o simplemente es un recurso kitsch?
  • ¿Nuestra cultura demanda este nivel de artificialidad, o las empresas buscan transmitir una imagen de servicios impecables sin garantizar calidad real?

La importación de modelos arquitectónicos sin adaptación al entorno local plantea un problema profundo. No se trata solo de una pérdida de identidad, sino también de una falta de consideración por el clima, la economía y la realidad urbana.

¿Arquitectos responsables o esclavos del mercado?

Ante esta situación, encontramos distintos perfiles dentro del sector:

  1. Los conformistas, que ven la arquitectura solo como una oportunidad de negocio, enfocándose en la generación de empleo sin mayor cuestionamiento.
  2. Los que aportan valor, que buscan imprimir un concepto a los proyectos, pensando en su contribución a la arquitectura paraguaya.
  3. Los pragmáticos, que priorizan la rentabilidad y ajustan el diseño para satisfacer inversionistas sin necesariamente cuestionar su impacto.

Sin embargo, la ética y el compromiso con la identidad nacional deberían ser ejes fundamentales en el ejercicio profesional. Es tarea del arquitecto educar a los inversores y promover propuestas que equilibren rentabilidad con calidad y sustentabilidad.

Referencias históricas: aprendizaje desde la arquitectura internacional

El movimiento City Beautiful, nacido entre 1890 y 1900 en Estados Unidos, buscó revitalizar los espacios públicos de grandes ciudades como Chicago, Detroit y Washington, consolidando una imagen urbana emblemática y mejorando la calidad de vida. A pesar de su contexto capitalista, el movimiento dejó enseñanzas sobre cómo la arquitectura puede potenciar el tejido social.

Por otro lado, Mies van der Rohe, padre del minimalismo, demostró en 1954 que la estética pura puede coexistir con la función urbana. Su propuesta para un rascacielos no solo cuidaba la forma, sino que la complementaba con una gran plaza pública, aportando un vacío necesario para descongestionar la ciudad y mejorar su habitabilidad.

Hacia una arquitectura apropiada y sostenible

No es necesario explicar cómo debe ser funcionalmente un edificio corporativo para mejorar productividad, creatividad o reducir costos. Sin embargo, en Paraguay, ante la ausencia de normativas que impulsen eficiencia energética y consolidación cultural, es crucial diseñar con criterios adaptados al contexto:

  1. Arquitectura climática: protectores solares, doble ventana, correcta orientación, ventilación cruzada, amortiguadores térmicos, cubiertas verdes.
  2. Adaptación al entorno: uso de materiales locales, emplazamiento correcto, servicios cercanos, redes eficientes.
  3. Compromiso ambiental: reducción de CO2, aprovechamiento de suelos contaminados en lugar de vírgenes, respeto a la vegetación existente, iluminación natural, reutilización de materiales y espacios.
  4. Diálogo con el contexto urbano: diversidad de usos, densificación adecuada, rehabilitación de barrios, planificación de ampliaciones futuras.
  5. Fortalecimiento de la cultura: integración de exposiciones en edificios, metáforas proyectuales con identidad nacional.

La arquitectura corporativa paraguaya debe ir más allá de la mera especulación inmobiliaria. Se necesitan concursos abiertos que permitan el surgimiento de propuestas eficientes, adecuadas al medio local y con una visión sostenible. La ciudad no es solo un conjunto de edificios, sino un ecosistema donde la arquitectura tiene el poder de enriquecer el entorno y consolidar una identidad propia.

Arq. Nicolás Morales Saravia
Arquitecto y Docente FADA UNA
Magister en E.S.U.
Consultor en Construcciones Sostenibles PYGBC
Diplomado en Urbanismo y Medio Ambiente (USAL)
Dimplomado en Patologías por Arquimétodo.
Miembro del Colegio de Arquitectos del Paraguay.
@bioconsarquitectos