Biblioteca y Archivo Central del Congreso de la Nación del Paraguay


Autor: Carlos Jiménez, Diego Molina y Luis Ibarra
Profesión: Arquitecto/a
Proyectista: Carlos Jiménez, Diego Molina y Luis Ibarra
Cliente: Consorcio Ateneo – Itasa Ganador de la licitación pública nacional
Colaboradores: Fotografías: Laura Dos Santos
Construcción a cargo: ITASA
Ciudad/Departamento: Asunción, Paraguay
Idea / Resumen: La biblioteca fue construida para proveer servicios de investigación, estudios y escritos según las necesidades de los miembros del Congreso Nacional, de sus asesores y del público en general. Posee un completo archivo documental de las actividades legislativas en el segundo nivel, y un fondo general multidisciplinar con énfasis en ciencias sociales y jurídicas en el primero.

< El edificio cuenta además de los salones de libros y archivos, con una amplia sala de lectura para la ciudadanía, una zona especializada en niños, y un auditorio para actividades culturales, lanzamientos y conferencias, y zona de restauración de documentos y otros. El edificio con vocación urbana, integra de manera difuminada espacios públicos, intermedios y privados promoviendo la integración con el entorno, y la participación de la ciudadanía, convocada a atravesarlo.

Implantada en terreno de singular geometría, enclavada en el Barranco fundacional de la ciudad que conserva su naturaleza mineral casi inalterada, la biblioteca prolonga la antigua loma cavará, hoy plaza comuneros, a su cubierta verde que contiene una gran linterna de iluminación cenital para la sala de lectura de triple altura, y que sirve también de acceso superior. Este espacio principal puede ser abordado tanto desde la plaza comuneros como desde el parque bicentenario, y su vocación integradora de la ciudad formal y el borde costero materializa el vínculo a través de un escalera helicoidal de presencia protagónica.

Mientras desde la ciudad la biblioteca se mimetiza con el paisaje, a través de su cubierta de césped que es también acceso, y que resulta la continuación de la plaza comuneros, desde la bahía presenta una larga logia recorrible peatonalmente, sobre la que se eleva la planta alta del edificio, que como un muelle costero, articula las relaciones espaciales y morfológicas del entorno histórico, convocando en un futuro al almacén Viola a sumarse a la sinergia de espacios públicos y privados creada, de modo a que esta galería hoy limitada por una pared provisoria, sea atravesada hacia el almacén y el Barranco. Más que representarse a sí mismo, el edificio asume así su rol activador del entorno natural y construido para promover nuevas dinámicas urbanas, integradas a través de una actividad cultural de prestigio.