El caos es lo que ocurre cuando no ocurre nada.


Asunción y AMA son un martirio para vivir, no solo por la falta de planificación, sino también por desaprovechar las bondades climáticas subtropicales del contexto.

La carencia económica histórica, en contraste con la naturaleza magnífica, ha moldeado una sociedad de improvisación, despreocupada, que tiende a evitar obstáculos y compromisos, esa situación de libertad, culmina en el fatalismo que padecemos actualmente en la ciudad.

Los planes reguladores de Asunción y AMA nunca han considerado la existencia de vientos, lluvias, asoleamiento, claridad, vegetación, sombra, topografía, hidrografía, etc, por interés o ignorancia, no para crear un ambiente urbano saludable, sino solamente construir edificios e infraestructura.

Es tan grave e indescriptible la situación urbana actual que vivimos los ciudadanos de Asunción y el AMA, sumado a la desesperanza de no ver prontas soluciones que desaten este nudo denigrante que padecemos, la Municipalidad y el Ministerio de Obras Públicas no coordinan acciones, se tiran la pelota, o brillan por su ausencia.

Es necesario tomar decisiones con coraje, de eso se trata la planificación, el caos es lo que ocurre cuando no ocurre nada, hay que manipular las infraestructuras, diversificar, generar atajos, aceptar lo que existe y ordenarlo, tenemos que imaginar otros conceptos de ciudad, atrevernos a innovar y ACTUAR.

Por eso insistimos que la Costanera Norte representa una oportunidad única, el último bastión que puede dar luz a un futuro urbano diferente, la última zona de valor territorial que debe convertirse en un ejemplo palpable, para que burócratas entiendan la importancia de la planificación y dejen de improvisar, aporten ideas y ejecuten, coordinen acciones de una vez por todas, para restaurar nuestra ciudad asolada.

Si fomentamos la arquitectura bioclimática, la ciudad también tiene que serlo, hay que replantear y redefinir el diseño urbano, mediante estos nuevos conceptos.

El orden colonial, o la ciudad funcionalista y zonificada del modernismo son precedentes que no podemos olvidar, pero ahora nos toca definir y proponer nuestro modelo de ciudad: contemporánea, humanista, subtropical y sostenible.

La arquitectura y la ciudad deben responder a las necesidades propias de la sociedad como conjunto y evitar el caos urbano. El oportunismo que promueve la expansión del tejido urbano como una tendencia aceptada, incuestionable, debe cambiar.

Los usos mixtos y la zonificación vertical son económicamente más eficientes. La planificación verde, no se trata sólo de plantar árboles, como se ha creído, sino de maximizar todos los elementos que favorecen la calidad de vida de sus ciudadanos, así como el sueño de la casa propia con patio, la ciudad también puede tener patio, y debe ser la costanera.

Arq. Nicolás Morales Saravia
Arquitecto y Docente FADA UNA
Mag. E.S.U.
Especializado Arquitectura y Medio Ambiente (USAL) / LEED GA / PATOLOGÍAS
@bioconsarquitectos

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Bibliografía

Resilience and sustainable development: Building adaptive capacity in a world of transformations. Ambio, Journal of the Human Environment
Ciudades Tropicales Sostenibles – Bruno Stagno Jimena Ugarte
¿Qué ha sido del urbanismo? Rem Koolhaas