¿Por qué los programas de vivienda pública optan por “desarrolladores inmobiliarios” en vez de arquitectos e ingenieros?


La profesión de la arquitectura en Paraguay está tan desprestigiada, ignorada y manoseada que ya ni nos mencionan en las convocatorias de obra pública. Una prueba de esto es el nuevo programa de vivienda social para la clase media, «Che Róga Porã», del Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH) del nuevo gobierno. Este programa, según su página web, busca «posibilitar el acceso a la vivienda propia a los ciudadanos que no pueden obtener préstamos ofrecidos en el sistema financiero nacional debido a las condiciones rígidas actuales».

En una noticia del diario ABC Color de esta semana, entrevistan a un proveedor del programa «Che Rogá Porá» por ser calificado por el MUVH como «desarrollador inmobiliario» para construir viviendas. Sin embargo, este proveedor admitió que no es “ni arquitecto ni ingeniero civil”, lo cual, según el diario, es un requisito para la aprobación. En realidad, las bases y condiciones solo indican que debe haber un técnico firmante en la empresa «desarrolladora inmobiliaria» para poder inscribirse. Sabido es, que estos técnicos se pagan y luego se despachan.

Más allá de la noticia, lo triste que invita a la reflexión es que el Estado prefiera convocar a “Desarrolladores Inmobiliarios” en lugar de Estudios de Arquitectura o Constructoras para proyectar y construir decenas de viviendas para la clase media. Aunque existan diplomados o posgrados en Desarrollo Inmobiliario o Real Estate, no hay profesionales que hayan pasado por universidades de nuestro país para asumir semejante responsabilidad y competencia.

Así como la comida rápida significó prescindir del chef o del experto en cocina, porque ya no es necesario; para esto están las máquinas, encargadas de freír papas o servir refrescos que se encuentran en los locales de comida rápida, con recetas importadas que manipulan la química cerebral. Con la vivienda y la ciudad sucede algo similar: ya no es necesario el urbanista, el geógrafo, el sociólogo, la arquitecta, la ingeniera y cualquier otro profesional que entienda el impacto social, ambiental y urbano de las construcciones.

La tecnología y la globalización han facilitado la estandarización y la replicación de modelos, encaminando a una homogeneización del entorno construido. Al final, la arquitectura se reduce al “copy-paste”, resultando en una apariencia uniforme y genérica del entorno construido, en lugar de una arquitectura eficiente y contextualizada.

La competencia desleal en el campo de la arquitectura abarca prácticas antiéticas que han persistido durante décadas. Estas prácticas menosprecian a los arquitectos y tienen consecuencias trágicas que presenciamos a diario en la ciudad. Las nuevas construcciones se resquebrajan, fisuran y presentan graves problemas de humedad y hongos perjudiciales para la salud. Además, su calidad espacial, material y estructural son decadentes e ineficientes desde cualquier perspectiva. Estas edificaciones no contribuyen al barrio ni a la cultura, y mucho menos a la arquitectura en sí.

Sin mencionar la obra pública, los edificios incoherentes que se erigen a lo largo del país, sin pasar por concursos de anteproyectos, carecen de un riguroso filtro académico. Saltarse el proceso de integración entre la teoría y la práctica en la arquitectura es prescindir de siglos de conocimiento acumulado sobre una amplia gama de aspectos que influyen en el diseño y la construcción de espacios habitables y significativos para la sociedad.

La sociedad en general, así como muchos desarrolladores y constructores, creen que la arquitectura y la construcción son lo mismo, se trata de colocar un ladrillo sobre otro, ocasionando graves problemas. Nuestra profesión es de las pocas, donde personas sin formación pueden ejercerla. No sucede en la medicina, ni abogacía, ni ingeniería, ni en la ciencia en general, personas sin formación pueden ejercerla empíricamente, salvo excepciones, en nuestro caso es al revés.

La complejidad de proyectar y construir:

  1. Arte y Diseño en la Arquitectura: La arquitectura es un arte que combina la estética con la funcionalidad. A lo largo de la historia, se han explorado diferentes estilos arquitectónicos, técnicas de diseño y expresiones artísticas que han influido en la forma y el carácter de los edificios y las ciudades.
  2. Confort Humano: La arquitectura no solo se trata de la funcionalidad física de un espacio, sino también de satisfacer las necesidades emocionales, psicológicas y sociales de las personas que lo habitan. Consideraciones sobre la escala humana, la ergonomía, la accesibilidad y la interacción social son esenciales.
  3. Composición y Estructura: La composición arquitectónica se refiere a la organización y disposición de los elementos en un espacio para lograr armonía y conforte mediante una funcionalidad coherente. Comprender la estructura no solo proporciona soporte, sino que también añade valor a la arquitectura, ordena el espacio y lo embellece.
  4. Luz y Sombra: La manipulación de la luz natural y artificial es esencial para crear ambientes amenos y funcionales. La ubicación calculada y estratégica de ventanas, tragaluces y elementos de iluminación artificial afecta la percepción, la vida diaria y el uso de un espacio.
  5. Acondicionamiento, Confort y Eficiencia: El diseño arquitectónico debe tener en cuenta aspectos relacionados con la climatización, la ventilación, el aislamiento acústico y térmico, así como la eficiencia energética. Esto garantiza ambientes sanos de confort y bienestar de los ocupantes.
  6. Materiales y Tecnología: La elección de materiales y la comprensión de las tecnologías son cruciales en la arquitectura. Los materiales afectan la durabilidad, la estética y la sostenibilidad de un edificio. Además, estar actualizado a innovaciones tecnológicas permite soluciones más eficientes y creativas.
  7. Contexto Cultural y Social: La arquitectura está intrínsecamente relacionada con el contexto cultural, histórico y social en el que se desarrolla. Comprender las tradiciones, valores y prácticas locales es fundamental para diseñar espacios que respondan a las necesidades y aspiraciones de la comunidad.
  8. Espacio Público y Privado: La arquitectura debe equilibrar el espacio público (como plazas, parques y calles) con el espacio privado (como viviendas y oficinas). Diseñar para la interacción social y la privacidad son aspectos básicos para una comunidad cohesionada.
  9. Historia y Memoria: Los edificios cuentan historias y preservan la memoria colectiva. El conocimiento de la historia de la arquitectura local y la comprensión de edificios antiguos son esenciales para comprender nuestro pasado y conectarlo con el presente.
  10. Sostenibilidad y Resiliencia: En respuesta a los desafíos ambientales y sociales actuales, la arquitectura debe abordar la sostenibilidad y la resiliencia. Esto implica incorporar prácticas y materiales apropiados, así como estrategias de diseño que promuevan la adaptabilidad y la mitigación de riesgos, enrte otros…

La teoría y la práctica:

Aristóteles el filósofo griego, en su concepción del dualismo ontológico, distingue entre lo teórico y lo práctico. Lo teórico se refiere al conocimiento contemplativo, abstracto y basado en principios universales, mientras que lo práctico está relacionado con la acción, la aplicación de ese conocimiento en situaciones concretas y la consecución de fines específicos. En el contexto arquitectónico, esto se traduce en la diferencia entre el diseño conceptual (lo teórico) y su construcción física (lo práctico).

En este sentido, el arquitecto emerge como un mediador entre la teoría y la práctica, integrando el conocimiento especializado con la sensibilidad humana y la comprensión de contextos culturales y sociales. Su labor trasciende la mera construcción física para convertirse en un acto de creación y transformación que influye en la experiencia y la calidad de vida de las personas.

Es innegable mencionar que algunos de los grandes referentes de la arquitectura no completaron sus estudios o no eran arquitectos de formación. Este hecho, aunque poco discutido en las facultades de arquitectura, plantea un desafío para la profesión. A menudo, personas sin conocimientos sólidos se aventuran en el negocio inmobiliario, guiadas únicamente por rentabilidades económicas.

Un Estado que todo dirige a la retórica aperturista, desregula la producción urbana y facilita todas las ventajas posibles al capital pasando por encima a los profesionales y a la academia, produce una ciudad polarizada, desigual y fragmentada. Esta ciudad segrega espacialmente quién puede o no puede consumir, ya sea en términos de vivienda, ocio, alimentación o incluso acceso al espacio público enrejado y temporizado.

Según David Harvey, hay una tendencia en las ciudades contemporáneas hacia el «empresarialismo urbano», que consiste en ofrecer un clima empresarial y crear todo tipo de atractivos para el capital, sin sentenciar reglas sobre una planificación urbana sostenible, dicho caso ejemplifica la situación.

Un estado que utiliza una concepción genérica del concepto urbanístico de repoblamiento, ha facilitado el crecimiento de construcciones alejadas y otras cerradas, dirigidas a clases específicas y no aborda los problemas de fondo, como la redensificación sostenible, la ciudad sin infraestructuras, el despoblamiento del centro, la congestión de movilidad, y la consecuente pérdida de recursos para el gobierno local, todo en beneficio de las inmobiliarias.

Para avanzar hacia una solución más equitativa y eficiente, los gremios de la construcción, los colegios de arquitectos e ingenieros, y las facultades respectivas deberían demandar, la ampliación del registro para profesionales independientes. Esto permitiría la integración de personas físicas con títulos de arquitecto e ingeniero en el catastro de Che Róga Porã.

Solo así podremos construir una ciudad más inclusiva, sostenible y resiliente para todos.

Fuentes consultadas:
https://www.cherogapora.gov.py/pdf/REGISTRO%20DE%20DESARROLLADORES%20INMOBILIARIOS.pdf

https://www.abc.com.py/economia/2024/05/13/ni-arquitecto-ni-ingeniero-civil-vea-quien-puede-construir-casas-enche-roga-pora/