¿Rascacielos o barrios privados?


En las capitales del mundo, la fiebre constructiva se ha apoderado de los horizontes, globalizando los perfiles urbanos y privatizando el sol, en el otro extremo, los countries o barrios privados que se extienden y fragmentan la mancha urbana, como mini satélites .

Los desarrolladores inmobiliarios, como modernos alquimistas, buscan transformar metros cuadrados en oro. Por un lado, rascacielos exprimen los metros cuadrados sin que nadie les ponga un freno, alzándose como íconos de poder y prosperidad, y por otro, en las lejanías privatizando territorios naturales, surgen condominios cada vez más complejos y sofisticados.

Desde la torre Eiffel de 300m de altura, hasta el “efecto Bilbao” con su museo Guggenheim a la cabeza, proyectado por el norteamericano Frank O. Gehry, se han disparado los encargos de los edificios más singulares y descontextualizados en todo el mundo.

Así como el rascacielos de 230m de la sede de Televisión CCTV proyectado por Rem Koolhaas, significando el poderío de la comunicación China, mediante un “loop” en altura, pasando por la big manía de los Emiratos de Dubái, el rascacielos de Burj Khalifa con 824m de altura, hasta ahora el más alto del mundo. Nuestra capital Asunción también tendrá su rascacielos de 250m, el 4 más alto de Sudamérica, Petra Imperiale, superando al Alvear Tower de Puerto Madero en Buenos Aires.


Edificio CCTV – China

Luego del lanzamiento del edificio Petra Imperiale a mediados del 2024, se han disparado una cantidad de comentarios sobre la pertinencia de dicho artefacto en Asunción, capital del Paraguay que aún no cuenta, ni con un sistema de movilidad público eficiente, ni con desagües pluviales en mas de la mitad de sus 117 km2, ni con un desarrollo urbano ordenado y cuidado, y con una población que en su gran mayoría, no podría acceder a comprar un departamento en ninguno de estos grandes edificios.

La teoría arquitectónica nos invita a reflexionar sobre los fenómenos concretos que dan forma a nuestras ciudades. La teoría arquitectónica no es solo un ejercicio intelectual, es la brújula que nos guía en las soluciones adecuadas a las necesidades de habitar, así como los edificios se alzan en el horizonte, también se inscriben en la memoria colectiva. La arquitectura no es solo ladrillos, hormigón y acero, es un diálogo con el contexto, la historia y un compromiso con el futuro.

La transformación territorial es una acción socio espacial, donde las intervenciones arquitectónicas no solo deben respetar la topografía, sino que también deben realzar y restaurar el entorno natural como si se tratara de un patrimonio cultural. Cuando se alza una torre de esta escala debemos preguntaros ¿realza el paisaje urbano?

Además, hay que entender que los edificios no solo son percibidos desde el horizonte a modo de logotipo urbano, también son vistos desde adentro distorsionando nuestra percepción de la realidad, una realidad que es ajena a la mayoría.

Por otra parte, la forma de los edificios es la variable recurrente, el negocio de la arquitectura ha sabido desarrollar y explotar dicha variable, con morisquetas, torsiones espectaculares, figuraciones surrealistas. El problema se agrava cuando dichas expresiones son superficiales o anacrónicas. De nada sirve hacer un revival historicista de otros contextos, porque a la larga empañan toda la inversión en un kitsch arquitectónico, en una imitación barata que no causa ninguna emoción.

En cuanto a la sostenibilidad, el material de construcción más ecológico es la madera procedente de la reforestación. El ladrillo es el segundo material con menos cantidad de energía incorporada, 4 veces la madera, luego vienen el hormigón 5 veces, el plástico 6, y el aluminio 126. Un edificio con alta proporción de componentes de aluminio difícilmente puede ser ecológico, sin importar lo energéticamente eficiente que pueda ser, según Kenneth Frampton.


26 Viviendas en Borneo (Amsterdam). Josep Lluís Mateo

En contraste y en horizontal los barrios privados.


Masterplan Aquaterra Luque

El fenómeno del urbanismo contemporáneo se manifiesta de manera inquietante en las urbanizaciones exclusivas, comúnmente conocidas como barrios cerrados o countries. La tendencia más creciente es la de fronteras urbanas levantadas por las clases altas de la sociedad, en busca de la seguridad que los gobiernos no proporcionan en la ciudad.

Las urbanizaciones cerradas más conocidas de América Latina, como Nordelta en las cercanías de Buenos Aires y Alphaville en las afueras de São Paulo, reflejan la tendencia de las clases privilegiadas y las nuevas clases medias que construyen barreras para preservar su exclusividad y comodidades, al tiempo que excluyen y discriminan a los demás. Aproximadamente una quinta parte de la población mundial busca protegerse de la pobreza que afecta al resto.

En el Área Metropolitana de Asunción, tenemos algunos ejemplos destacados y sofisticados como Aquaterra, de 47,5 hectáreas en la ciudad de Luque, con una laguna artificial, playa con arena blanca, un Club Town, salón de eventos, gimnasio, plazas, ciclovías, lugares de esparcimiento al aire libre y 437 lotes. O el conocido Surubi’i en las afueras de la capital, en Mariano Roque Alonso, ya consolidado y exclusivo por tener la sucursal del Club Centenario con el acceso más caro de Paraguay.

Actualmente, están surgiendo otros barrios mas sofisticados y autónomos que, además de campos de golf, piscinas, canchas y lagunas, ya contarán con pistas de aterrizaje para aviones y helipuertos. Esto se debe, lógicamente, a que la expansión de la ciudad ocasiona los problemas de movilidad que padecemos.

¿En definitiva, es preferible un rascacielos o un barrio privado?

En las últimas décadas, hemos enfrentado dificultades al crear un modelo residencial sostenible y contextualizado. El verdadero desafío para los arquitectos reside en diseñar hogares que no se sumerjan en la superficialidad de la moda o en la añoranza del pasado, sino que se conecten auténticamente con nuestra vida contemporánea.

La solución es la construcción de edificios de baja altura pero alta densidad, no estoy inventando nada, solo veamos los ejemplos. Esta opción no solo considera la necesidad de reducir los desplazamientos, sino también la diversidad social.


Conjunto Sinonome. Tokio. Riken Yamamoto. 2003


Edificio Híbrido. Pekín. Steven Holl. 2008

Complejo L’illa. Moneo y Solá-Morales. 1992g
Complejo L’illa. Moneo y Solá-Morales. 1992

Complejo SILODAM Ámsterdam, MVRDV, 2002

La realidad de los barrios cerrados apunta hacia un mundo neofeudal, donde unos pocos mantienen sus privilegios amurallados mediante la fuerza y el control, desentendiéndose del resto de la población. Además de exacerbar el tráfico y la expansión urbana, fomentan la fragmentación y la incoherencia comunitaria, aumentando la inseguridad fuera de sus muros. En contraste, los rascacielos, a pesar de su imponente escala y los túneles de viento que puedan generar, suelen estar rodeados de entornos mejor cuidados. Por tanto, al contexto urbano, aportan más los rascacielos que los extensos y abandonados muros de barrios privados.

El gobierno nacional con su programa Che Róga Porã debería incentivar con mejores tasas o mayor capital aquellos proyectos de vivienda a media altura, sobre los proyectos alejados con loteos, que expanden y ocasionan problemas de movilidad y contaminación en las ciudades.

Arq. Nicolás Morales Saravia
Arquitecto y Docente FADA UNA
Magister en E.S.U.
Consultor en Construcción SOSTENIBLE (PYGBC)
Diplomado en Urbanismo y Medio Ambiente (USAL)
Diplomado en PATOLOGÍAS AR
Miembro del Colegio de Arquitectos del Paraguay.
@bioconsarquitectos