Del arquitecto estrella liberal individualista, al arquitecto comprometido con el proyecto social.


Con la actual ola de nuevas inversiones inmobiliarias que se cierne sobre las principales ciudades de Paraguay y Latinoamérica, es imperativo reflexionar sobre el papel de la arquitectura y el urbanismo en este escenario. Los cambios sustanciales que caracterizan nuestras ciudades, territorios y Estados a principios del siglo XXI se manifiestan en tres fenómenos interconectados:

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El Flujo del Capital Global y sus Consecuencias Urbanas

En primer lugar, la fuerza, velocidad y voracidad del capital especulativo se ha convertido en un actor dominante. Con su inmensa capacidad para invertir en contextos locales y nacionales, utilizando productos y estrategias financieras innovadoras, este capital ha transformado radicalmente el panorama urbano. Se observa una clara dualidad: por un lado, emergen metrópolis globales que capturan y prosperan con estos flujos de inversión; por otro, vastos territorios quedan marginados, excluidos de estos beneficios.

Movimientos Migratorios y Nuevas Geografías Humanas

En segundo lugar, la escala de las personas ha experimentado cambios profundos debido a las intensas olas migratorias de las últimas décadas. En esta era poscolonial, estos movimientos han generado transformaciones sociales trascendentales. Ahora, vemos cómo grupos culturales diversos se asientan en contextos urbanos muy alejados de sus lugares de origen, redefiniendo la composición social de nuestras ciudades.

Tecnologías de la Comunicación: La Ciudad Real y la Virtual

La tercera variable clave son las tecnologías de la comunicación: internet, televisión, satélite, y el omnipresente teléfono móvil. Estas herramientas potencian una realidad donde, a pesar de la fragmentación, la experiencia de la inmigración se vive intensamente tanto en el espacio físico de origen como en el de destino. Es una paradoja de nuestro tiempo: se está físicamente en un lugar, pero mentalmente, se puede habitar otro.

Los Arquitectos Estrella en la Fábrica Planetaria

A partir de la década de 1990, este fenómeno global ha ejercido una influencia considerable en el ámbito de la arquitectura de élite. Las imágenes mediáticas han pasado a predominar sobre los edificios reales, un eco de lo que Marshall McLuhan ya anunciaba en los años 60: el poder de los medios visuales por encima del lenguaje y los contenidos, un tema ampliamente estudiado por académicas como Beatriz Colomina.

Esta situación ha impulsado la proyección mediática de un selecto grupo de «arquitectos estrella» y de grandes despachos multinacionales. Estos actores, omnipresentes en los concursos internacionales, monopolizan el protagonismo en revistas especializadas como El Croquis, publicaciones que, lamentablemente, a menudo desestiman los valores sociales y contextuales de la arquitectura, priorizando la mera imagen. Así, hemos transitado del arquitecto liberal de la posguerra hasta los años 70 (como Alison y Peter Smithson o James Stirling) o los defensores del proyecto crítico (como Aldo Rossi o Carlo Aymonino), para llegar a los arquitectos estrella promovidos por los medios, cuyas obras sirven a los intereses del poder político y económico, diseñando para una «clase global».

La Encrucijada Ética del Arquitecto Contemporáneo.

En este nuevo y complejo contexto, surgen preguntas fundamentales para la profesión:

  • ¿Cómo puede la arquitectura posicionarse críticamente frente a esta servidumbre a los intereses dominantes?
  • ¿Existen alternativas viables a través de proyectos públicos de interés social?
  • ¿Cuál es, y cuál debería ser, la función de arquitectos y urbanistas en sociedades donde los promotores públicos a menudo necesitan proyectos, para legitimar su poder o encubrir sus propias ineficiencias?
  • ¿Es posible colaborar éticamente con promotores privados cuando estos son impulsados por capitales financieros volátiles?
  • ¿Cuáles deben ser los objetivos de los arquitectos que trabajan para una sociedad tan radicalmente transformada? Si existe una banca ética, ¿es factible una arquitectura ética?

Cada uno de estos fenómenos interpela directamente la posición ética de arquitectos y urbanistas. Frente a los capitales dominantes, ¿aceptará el arquitecto ser una simple pieza más en el engranaje de las inversiones, legitimando operaciones descaradamente especulativas, antisociales e insostenibles? Ante la complejidad social, ¿seguirá proyectando solo para élites y minorías, o se sensibilizará a las necesidades de los sectores más vulnerables con el objetivo de construir una sociedad más equitativa? Y, considerando el poder y la velocidad de los medios de comunicación, ¿se unirá a los grupos de poder para promover imágenes de sus obras sin importar los efectos en la realidad social, o intentará mantener una posición crítica y cultural dentro de los medios masivos?

En definitiva, la pregunta crucial es: ¿Es posible hoy un proyecto crítico, alternativo a los intereses del mercado, tanto desde la teoría como desde la práctica de la arquitectura y el urbanismo contemporáneos?

El Desafío Social de los Emprendimientos Inmobiliarios en Paraguay

En el caso específico de Paraguay y, en particular, de Asunción, estas reflexiones adquieren una urgencia palpable. Ante la proliferación de grandes emprendimientos inmobiliarios, es fundamental cuestionar: ¿qué aporte social real traen estas inversiones a la ciudad? ¿Están siendo las autoridades competentes rigurosas en el control para asegurar que estos proyectos cumplan con sus responsabilidades sociales, ecológicas y económicas?

Lo que se está construyendo en nuestras ciudades contribuye verdaderamente a la justicia espacial y al derecho a la ciudad para todos sus habitantes. O, por el contrario, si estas nuevas estructuras son meros símbolos de una desigualdad creciente, una manifestación más de la ciudad que resiste los embates de una globalización desmedida que prioriza el capital sobre el bienestar colectivo. El arquitecto y urbanista paraguayo tiene la responsabilidad ética de cuestionar, investigar y, sobre todo, proponer alternativas que pongan a las personas y al planeta en el centro del proyecto.

Arq. Nicolás Morales Saravia
Arquitecto y Docente FADA UNA
Magister en E.S.U.
Consultor en Construcciones Sostenibles PYGBC
Diplomado en Urbanismo y Medio Ambiente (USAL)
Dimplomado en Patologías por Arquimétodo.
Miembro del Colegio de Arquitectos del Paraguay.
@bioconsarquitectos