Catenarius
Autor: Arq. Ramiro Alexandr Meyer CáceresProfesión: Arquitecto/aProyectista: El mismo que el autorCliente: Meyer ArquitecturaColaboradores: Arq. Juan Ignacio Meyer, Arq. Olga Cáceres, Arq. Mónica CastellanoConstrucción a cargo: Meyer ArquitecturaCiudad/Departamento: Lambaré, ParaguayIdea / Resumen: Cálculo y asesoramiento estructural: Ing. Luis Fernando Meyer
Fotografías y video: Federico Cairoli (www.federicocairoli.com)
MEMORIA
En lugar de reflexionar exclusivamente para el modelo de ciudad consumista y dependiente que vivimos, se piensa para la población rural abandonada de Paraguay. Se buscan técnicas simples, a escala de la mano, que respondan al sitio con sus recursos y al hombre que lo habita con sus destrezas e ingenio, en la fe de que esta vía alternativa al sistema pueda revolucionar el presente y construir un futuro sustentable.
Estudiando al arquitecto Félix Candela, surge un interés particular hacia su primera cáscara. Basado en bóvedas catenarias construidas en Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial, Candela realizó un prototipo para aplicarlo en escuelas rurales, gracias a un original y económico sistema constructivo que podía ser transportado por un camión, incluyendo los materiales necesarios para cada aula.
El proyecto nace de redibujar esta tipología, tomando de referencia texto y fotos del libro Las estructuras de Candela de Colin Faber. Así se pudo entender la geometría, definir sus dimensiones y creer en la construcción.
Por su parecido con las bóvedas gausas del ingeniero Eladio Dieste, se imaginó la catenaria inicial de hormigón armado, como una cáscara de mampostería armada, construida modularmente en etapas, con un encofrado más corto y reutilizable, inclusive experimentando con ladrillos de suelo cemento fabricados con tierra del lugar que faciliten la autoconstrucción.
En la cota más elevada de un terreno sobre el río Paraguay, se decide construir tres veces el módulo de bóveda de 10 m de luz, 5,5 m de flecha y 3 m de nave, apoyado en fundaciones de piedra bruta, cubriendo 90 m2. El encofrado originalmente de madera, se hace metálico y móvil. La generatriz catenaria de la bóveda se define con 4 arcos de varillas trianguladas, paralelos 1 m entre sí, amarrados con correas y apoyados sobre ruedas, permitiendo subir, bajar y mover fácilmente el molde. Un sistema de andamiaje de tablas y takuaras se monta por fuera de la bóveda.
Bolsas plastilleras apoyan sobre las vigas y sobre éstas se colocan ladrillos con cuñas, que con su peso propio tensan las bolsas y adoptan naturalmente una curva catenaria. En todas las juntas se colocan varillas de 4,2 mm y mezcla. Finalmente se carga una capa de 3 cm de hormigón armado con tejido de gallinero, fraguando en una cáscara de doble curvatura catenaria de suelo cemento armado.
Estructuralmente, la bóveda es sometida en su sección transversal a esfuerzos de compresión pura que permiten reducir su sección al mínimo constructivamente posible. La ondulación longitudinal, aumenta el momento de inercia en cada nervio, asegurando los apoyos y otorgando rigidez por forma a toda la bóveda.
Se evitan complejidades funcionales. Al ser una tipología eficiente, el programa es sencillamente un pabellón abierto que puede contener cualquier función futura. Se anexa un tanque de ferro-cemento para juntar agua de lluvia, cocina y baño.
El aula es interpretada desde una perspectiva libre con raíces en el oga guazú guaraní, espacio vital de intercambio y conocimiento que da lugar a cualquier espacio. Refugio de sombra y brisa, semilla de nueva vida, organismo natural que crece en la medida que vive.
Fotografías y video: Federico Cairoli (www.federicocairoli.com)
MEMORIA
En lugar de reflexionar exclusivamente para el modelo de ciudad consumista y dependiente que vivimos, se piensa para la población rural abandonada de Paraguay. Se buscan técnicas simples, a escala de la mano, que respondan al sitio con sus recursos y al hombre que lo habita con sus destrezas e ingenio, en la fe de que esta vía alternativa al sistema pueda revolucionar el presente y construir un futuro sustentable.
Estudiando al arquitecto Félix Candela, surge un interés particular hacia su primera cáscara. Basado en bóvedas catenarias construidas en Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial, Candela realizó un prototipo para aplicarlo en escuelas rurales, gracias a un original y económico sistema constructivo que podía ser transportado por un camión, incluyendo los materiales necesarios para cada aula.
El proyecto nace de redibujar esta tipología, tomando de referencia texto y fotos del libro Las estructuras de Candela de Colin Faber. Así se pudo entender la geometría, definir sus dimensiones y creer en la construcción.
Por su parecido con las bóvedas gausas del ingeniero Eladio Dieste, se imaginó la catenaria inicial de hormigón armado, como una cáscara de mampostería armada, construida modularmente en etapas, con un encofrado más corto y reutilizable, inclusive experimentando con ladrillos de suelo cemento fabricados con tierra del lugar que faciliten la autoconstrucción.
En la cota más elevada de un terreno sobre el río Paraguay, se decide construir tres veces el módulo de bóveda de 10 m de luz, 5,5 m de flecha y 3 m de nave, apoyado en fundaciones de piedra bruta, cubriendo 90 m2. El encofrado originalmente de madera, se hace metálico y móvil. La generatriz catenaria de la bóveda se define con 4 arcos de varillas trianguladas, paralelos 1 m entre sí, amarrados con correas y apoyados sobre ruedas, permitiendo subir, bajar y mover fácilmente el molde. Un sistema de andamiaje de tablas y takuaras se monta por fuera de la bóveda.
Bolsas plastilleras apoyan sobre las vigas y sobre éstas se colocan ladrillos con cuñas, que con su peso propio tensan las bolsas y adoptan naturalmente una curva catenaria. En todas las juntas se colocan varillas de 4,2 mm y mezcla. Finalmente se carga una capa de 3 cm de hormigón armado con tejido de gallinero, fraguando en una cáscara de doble curvatura catenaria de suelo cemento armado.
Estructuralmente, la bóveda es sometida en su sección transversal a esfuerzos de compresión pura que permiten reducir su sección al mínimo constructivamente posible. La ondulación longitudinal, aumenta el momento de inercia en cada nervio, asegurando los apoyos y otorgando rigidez por forma a toda la bóveda.
Se evitan complejidades funcionales. Al ser una tipología eficiente, el programa es sencillamente un pabellón abierto que puede contener cualquier función futura. Se anexa un tanque de ferro-cemento para juntar agua de lluvia, cocina y baño.
El aula es interpretada desde una perspectiva libre con raíces en el oga guazú guaraní, espacio vital de intercambio y conocimiento que da lugar a cualquier espacio. Refugio de sombra y brisa, semilla de nueva vida, organismo natural que crece en la medida que vive.