El Equilibrio entre Altura y Calidad de Vida.
En octubre de 2023, la ciudad de Asunción, Paraguay, presenció la revelación de dos hitos arquitectónicos de gran impacto: la Terminal 2 del Aeropuerto Silvio Pettirossi y el rascacielos Torre Paseo55. Este último, con 55 pisos de altura y vistas panorámicas que se alzarán sobre la ciudad, podría convertirse en el edificio más alto de Paraguay.
Sin embargo, el auge de los rascacielos plantea una serie de desafíos y oportunidades para las ciudades en todo el mundo. Exploraremos los efectos secundarios de estas estructuras imponentes, desde las externalidades económicas y medioambientales hasta su impacto en la identidad y la calidad de vida de las ciudades. La clave reside en encontrar el equilibrio adecuado entre el deseo de alcanzar las alturas y la necesidad de preservar la esencia y la calidad de vida en nuestras ciudades.
Breve repaso de los rascacielos.
Rem Koolhaas uno de los arquitectos y pensadores más influyentes de nuestro tiempo, describe y analiza en 1978 en su novela histórica Delirious New York la ciudad de los rascacielos Manhattan. Sintetiza como el rascacielos nace de la fusión de 3 conceptos, la reproducción edilicia global, la anexión a la torre existente y la colmatación de la manzana. La teoría del rascacielos, describe como debe funcionar un rascacielos de éxito, comenzando por el primer rascacielos de 187m de altura de la compañía Singer, que fue el edificio más alto del mundo en el año 1908.
Por otro lado, en Argentina el edificio Kavanagh de Buenos Aires inaugurado en 1937, fue el edificio más alto de Sudamérica y el primero en contar con detalles de lujo, como aire acondicionado. El Kavanagh fue un símbolo arquitectónico de Buenos Aires, con 120 m de altura y 105 departamentos.
Jan Gehl urbanista danes, en sus libros Ciudades para la Gente y la Humanización del Espacio Urbano, analiza la escala del espacio urbano en relación de la escala humana, ilustra como organizar plazas, calles y la importancia de la altura de los edificios.
Hace una crítica a Brasilia, donde la propuesta para la gente es un fracaso. El espacio urbano es demasiado grande y no alienta a hacer nada, los senderos son demasiado largos, rectos y poco interesantes, mientras que la presencia de los automóviles estacionados evita que las personas puedan caminar en el resto de la ciudad. Concluye, como el diseño del espacio público moldea a sus ciudadanos, por eso la importancia de diseñar los proyectos urbanos hacia el peatón, hacia la gente y no dejarlos a la especulación ni al libre mercado.
«Las fotografías en donde se ve al cliente, al alcalde y al orgulloso arquitecto inclinados sobre la maqueta de un desarrollo son indicativas tanto del método como del problema. El proyecto está siendo estudiado desde una perspectiva aérea bastante alejada del objeto en sí.» (Jan Gehl 2014)
Lanzamiento de la torre Paseo55 en Asunción.
«Las experiencias recolectadas tras décadas de planeamiento indican, sin embargo, que este método no funciona a la hora de crear un paisaje humano y establecer condiciones que alienten a las personas a usar el espacio urbano.» (Jan Gehl 2014)
La baja densidad produjo una ciudad donde el automóvil se convirtió en el centro de las inversiones de infraestructura, principalmente hacia los suburbios o ciudades dormitorio, la expansión urbana trata de la 2 etapa del urbanismo. Luego la 3 etapa del urbanismo la recentralización, a partir de los 60, se entendió la importancia de la ciudad peatonal y la centralidad urbana. Los urbanistas y la sociedad se daban cuenta de que las ciudades ofrecidas al tránsito rodado, la planificación y los grandes proyectos urbanos, destruían la vida social, otra de las grandes baluartes de este descubrimiento fue la periodista Jane Jacobs.
En las últimas décadas, los rascacielos se han convertido en iconos arquitectónicos que definen el horizonte de las ciudades en todo el mundo. Desde Nueva York hasta Dubái, estos imponentes edificios desafían la gravedad y simbolizan el avance tecnológico y el poder económico. Sin embargo, su crecimiento constante plantea importantes cuestiones relacionadas con la identidad, la sostenibilidad y las externalidades de las megaestructuras.
Efectos secundarios de un rascacielos.
Las externalidades de mega edificios hacen referencia a los efectos secundarios que se generan a raíz de la producción o consumo de un bien o servicio en un proyecto urbano. Estos efectos van más allá de las personas directamente involucradas en la actividad económica y pueden ser tanto positivos como negativos. Un ejemplo claro de externalidad positiva sería la construcción de un rascacielos que revitaliza una zona degradada de la ciudad, generando empleo y atrayendo inversión. Por otro lado, una externalidad negativa podría ser la congestión del tráfico y la contaminación del aire que surge de la misma construcción. Estas externalidades son esenciales a considerar en la toma de decisiones y evaluación de proyectos urbanos, ya que los precios de mercado no reflejan adecuadamente los costos y beneficios sociales asociados.
Por otro lado, el concepto de megaestructura se refiere a la creación de grandes esqueletos arquitectónicos que albergan múltiples funciones en una ciudad o parte de esta. Estas megaestructuras son posibles gracias a la tecnología actual y se consideran una manifestación humana del paisaje. Un ejemplo de ello podría ser un complejo de rascacielos que integra viviendas, oficinas, centros comerciales y espacios públicos en una estructura gigantesca. Estas megaestructuras buscan optimizar el uso del suelo y los recursos de manera eficiente.
En el contexto de la arquitectura y el urbanismo, estas megaestructuras se han desarrollado en momentos de relativo optimismo y a menudo han estado asociadas a acciones públicas. Sin embargo, es importante destacar que muchas de estas obras han quedado incompletas y han sido cuestionadas por la disciplina debido a su complejidad y costos.
Asunción y sus patologías.
Los nuevos rascacielos podrían empantanar aún más la ciudad de Asunción si no se aplican medidas de mitigación. Un país necesitado de viviendas por una población en mutación, con una nueva estructura demográfica, pero por otro lado, una ciudad ineficiente, caótica, con un espacio público degradado, enrejado y ocupado, un Centro Histórico abandonado con una tasa de desocupación superior al 10%, según último Censo 2022, y la desorganización de una economía urbana anárquica y desregulada como son las gasolineras, que arrasan toda sostenibilidad e identidad barrial.
En países pobres donde la vivienda se vuelve cada vez más inaccesible para las clases medias y bajas las ciudades suelen ser horizontales y caóticas, la aplicación de incentivos para crecer en altura y democratizar la ciudad puede ayudar a abordar los problemas de la vivienda, pero debe tener un límite. Salvo que exista un proyecto urbano con fondos públicos como los de Dubai, Qatar, Arabia Saudita, Singapur, etc.
Un beneficio innegable de los rascacielos es su capacidad para aumentar la densidad de población en áreas urbanas limitadas. Sin embargo, la compacidad extrema puede aumentar la congestión del tráfico y la demanda de infraestructura, lo que requiere una cuidadosa planificación para garantizar un desarrollo sostenible.
Este proyecto de torre Paseo55 implantado en el barrio Ycuá Satí de Asunción, además de no cumplir la normativa existente, (ya fue rechazado por los técnicos municipales a principio de año) tampoco la infraestructura de Asunción aún podrá soportar semejante emprendimiento. Sin embargo, la realidad nos muestra otra cosa, asi cómo fue desregulada la ordenanza de las distancias para la construcción de Gasolineras, también puede ser desregulada la altura de construcción de edificios. La ciudad es la representación de la ideología de los grupos dominantes, el libre mercado, la libre competencia, la libre altura, y así estamos.
Al modificar la ordenanza para ser viable este proyecto se debería planificar otros aspectos, incluir algunos artículos de la ordenanza de construcción sostenible ORD 128/17, también exigir la asignación un espacio público verde pasados los 20 niveles para mitigar el impacto a escala peatonal y el efecto de tunel de viento, o prever un porcentaje de vivienda asequible.
Exigir que los desarrolladores contribuyan a la mejora de la infraestructura y el transporte público en las áreas circundantes. Esto incluye la ampliación de calles, la construcción de estaciones de transporte público o la promoción del uso de modos de transporte sostenibles.
Para garantizar un desarrollo armonioso de rascacielos en las ciudades, las normativas y regulaciones desempeñan un papel crucial. Estas regulaciones establecen límites en términos de altura, densidad, seguridad estructural y diseño arquitectónico.
La clave está en encontrar el equilibrio adecuado entre el deseo de alcanzar las alturas y la necesidad de mantener la esencia y la calidad de vida de nuestras ciudades.
Arq. Nicolás Morales Saravia
Arquitecto y Docente FADA UNA
Magister en E.S.U.
Consultor en Construcción SOSTENIBLE (PYGBC)
Diplomado en Urbanismo y Medio Ambiente (USAL)
Especializado en PATOLOGÍAS AR
Miembro del Colegio de Arquitectos del Paraguay.
@bioconsarquitectos