Una raya más al tigre, derogan la ordenanza más importante de Asunción.
Recientemente, la Junta Municipal de Asunción, liderada por el concejal Augusto Wagner, ha aprobado una propuesta para derogar la Ordenanza Municipal 128/17 de construcción sostenible.
Asunción, la capital del Paraguay, ya enfrenta importantes atrasos urbanos en comparación con sus vecinos más cercanos, derogar esta ordenanza nos retrasaría aún más, repercutiendo en la economía, el turismo y la salud. Asunción debería ser el ejemplo para el resto de ciudades del Paraguay.
El Índice de Ciudades Globales de Oxford Economics en 2024 que clasifica las principales ciudades del mundo en 5 categorías: Economía, Capital Humano, Calidad de Vida, Medio Ambiente y Gobernanza. Ubicó a nuestra capital, en el puesto 455, como resultado, Paraguay entre los menos visitados de América Latina y con menos turismo.
¿Qué beneficios aportó la Ordenanza 128/17?
Según un comunicado del PYGBC que (NO ES UNA ONG), gracias a la Ordenanza 128/17 ofrece incentivos para la construcción sostenible, se han logrado más de 200.000 m2 de edificios diseñados bajo las Normas Paraguayas de Construcción Sostenible del 2017 hasta la fecha. Son 30.000 m2 de construcción asuncena por año que no han dañado el medio ambiente.
Las obras realizadas bajo esta ordenanza han resultado en un 50% de ahorro en energía eléctrica, un 90% de reducción de residuos sólidos de construcción y una mejor gestión de aguas pluviales, entre otros beneficios.
Y lo más importante regula la construcción de los edificios en altura. Nuestro plan regulador permisivo, ha propiciado un crecimiento vertical descontrolado en lugar de un desarrollo ordenado y sectorizado. Es fundamental crecer en altura pero con regulaciones sostenibles, la ciudad no puede seguir consumiendo el territorio sin restricciones, como si fuera una langosta.
Asunción, una ciudad para encerrarse.
La degradación del entorno urbano y la sensación de abandono de la ciudad de Asunción está a la vista. La ausencia de veredas continuas y corredores cívicos o ambientales para disfrutar la ciudad, la ausencia de miradores para disfrutar el paisaje urbano, de transporte público digno para moverse libremente, de plazas en buen estado, de edificios culturales y cívicos, generan una ciudad disfuncional que causa angustia.
La comuna ha ideado soluciones notables, como plazas con rejas y parques que cierran por la noche, aprobó edificios extremadamente altos, sin tener en cuenta infraestructuras existentes, redes de desagües, de transporte y contexto barrial, lo que intenta subsanar dicha ordenanza.
Cuando llueve, la situación se vuelve calamitosa y mortal. El tráfico se ha vuelto cada vez más denso, ya no hay un momento del día en el que sea fácil moverse. La ciudad está infectada por un virus llamado automóvil. No hay ni un solo tren, tranvía, metrobus, subte o autobús decente en condiciones para mitigar el tráfico, coordinado obviamente con un sistema de paradas y veredas contínuas para llegar.
A pesar de más de 30 años de planificado, el borde costero de Asunción aún no se ha completado, y no hay avances con el marco regulatorio para su urbanización planificada.
¿Por qué no derogan también la prohibición de fumar en espacios cerrados? ¿o la quema de basura? ¿o la tala de árboles urbanos? ¿o el plomo en los combustibles? ¿Por qué no derogan no contaminar los arroyos? ¿o las normas de seguridad de construcción?… seguro van a recaudar más también.
La ORD 128/17 no es fácil aplicar:
Esta ordenanza es muy difícil de aplicar, conlleva para los arquitectos y constructoras un desafío inmenso, un riesgo al invertir más de lo convencional, y además la contratación de expertos externos para ayudar el proceso.
Aquí los 7 requisitos obligatorios de dicha ordenanza:
- Selección del sitio: Los arquitectos deben considerar la ubicación del edificio en términos de sostenibilidad. Esto incluye la proximidad al transporte público, políticas de gestión del transporte privado y promoción del uso de bicicletas. También se deben proteger las áreas verdes y espacios libres.
- Prevención y control de la contaminación durante la construcción: Se deben tomar medidas para evitar la erosión, la generación de polvo, la contaminación atmosférica y acústica, así como la contaminación del agua. Tecnologías avanzadas deben utilizarse para reducir las emisiones.
- Sistema de gestión de escorrentías: Se debe planificar adecuadamente la gestión del agua de lluvia en el sitio, incluyendo la reducción de superficies impermeables y el diseño de reservorios de almacenamiento.
- Gestión integral de residuos sólidos de construcción: Se debe implementar un plan para clasificar y disponer adecuadamente los residuos sólidos generados durante la construcción.
- Eficiencia en el uso del agua: Los edificios deben minimizar el consumo de agua potable y aprovechar fuentes alternativas como el agua pluvial.
- Calidad ambiental interior: Se debe garantizar una buena ventilación y utilizar materiales sostenibles, como madera certificada y materiales reciclados.
- Diseño pasivo: Los arquitectos deben considerar la orientación del edificio, la ventilación natural y otros factores para minimizar el consumo de energía. El buen diseño puede ahorrar hasta un 80% de energía.
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Estos requisitos deben documentarse y presentarse a la Municipalidad para asegurar que un proyecto cumpla con los estándares de sostenibilidad.
Existen un sin fin de alternativas para recaudar que utilizan otras ciudades, crowdfunding municipal, compra de bonos verdes, desarrollo de activos municipales inmobiliarios, tributo a la vivienda vacía en sectores de alto valor cultural o turístico, estrategias de compra anticipada de tierra, plusvalías en impuestos por revitalizaciones urbanas, etc.
El panorama urbano contemporáneo se presenta como un entramado complejo de fragmentos, donde las ciudades evolucionan bajo la interacción constante entre el caos y las políticas económicas de rendimiento. Revocar esta ordenanza con la justificación de recaudar más, pero sin devolver esta recaudación en mejoras para Asunción, es un retroceso de 80 años.
Las decisiones urbanísticas tienen enormes consecuencias, ya que configuran las pautas de nuestra conducta en la ciudad, y fortalecen o no los vínculos entre las personas. Cuando la planificación urbana queda en manos de intereses privados y la acción estatal es insuficiente para regular y ordenar las ciudades, tiene efectos muy perjudiciales para la población. Las consecuencias perjudiciales se manifiestan a lo largo del tiempo. Estas pueden incluir enfermedades como el cáncer, obesidad, accidentes cerebrovasculares (ACV) y depresión.