A Suecia se le acabó la basura para reciclar y ahora la importa de Noruega.


Suecia tiene un programa de reciclaje que sus habitantes tienen muy internalizado. De hecho, según cifras difundidas por la empresa sueca de reciclaje Returnpack, cada habitante recicla en promedio 146 latas y botellas, lo que representa casi un 90% del total de estos materiales que se reciclan y un 88% del sistema nacional de reciclaje.

Como el efecto de esta política fue tan positivo, las autoridades ampliaron el reciclaje a otros rubros, como la fabricación de ropa, motivando el uso de materiales orgánicos, como algodón. Esto permitió que se desarrollará la feria Vintagemässan, la primera y única feria de ropa vintage que anualmente atrae más de 6.000 visitantes por año. Por otra parte, el Estado promovió la instalación de empresas de producción de tecnología para que desarrollaran estrategias sustentables que puedan ser aplicables al país nórdico y el resto del mundo.

Sin embargo, estas no son las políticas más recientes de incentivo al reciclaje. De hecho, el estado sueco creó en 1940 un programa de incineración de residuos que anualmente reduce más de dos toneladas de basura, las que permiten suministrar con calefacción a 810.000 casas y entregar energía eléctrica a 250.000 hogares. Todo esto significa que el 96% de la basura es convertida en electricidad, mientras que sólo el 4% restante es enviada a los vertederos. Si bien esto permite imaginar un panorama alentador, Suecia se está quedando sin basura para reciclar, lo que podría amenazar ciertas prácticas que ya se sustentan en los residuos. ¿Qué hará el país nórdico para obtener más basura?

Más detalles a continuación.

Según Catarina Ostlund, consejera de la Agencia de Protección Ambiental Sueca, su país tiene “más capacidad para generar energía que para producir basura”. Por esto, el gobierno decidió importar la basura desde Noruega, con el fin de incinerarla y generar así electricidad para los hogares. Los desechos que no se puedan incinerar, serán devueltos al país vecino para que sean enterrados en vertederos. Por ahora, se maneja que Suecia deberá importar aproximadamente 800.000 toneladas anuales, lo que favorecerá el manejo de residuos en Noruega.

Para el futuro, el gobierno sueco no descarta ampliar su plan de incineración a otros países que presenten dificultades en el tratamiento de desechos. Entre los potenciales países que se podrían sumar al programa están Bulgaria, Italia y Rumania, ya que no cuentan con plantas de incineración ni de reciclaje.

De hecho, se cree que Nápoles es una de las ciudades que más basura produce por metro cuadrado, puesto que en 1944 el gobierno italiano debió decretar la ciudad como zona de catástrofe porque la mafia italiano vertió desechos de manera ilegal en los basureros, generando el colapso de los mismos.

Claramente el gobierno sueco está dictando pautas de reciclaje y de manejo de residuos porque implementaron un sistema eficiente que realmente generó conciencia entre los habitantes. Si este plan fuera imitado por otros países, el aporte al medioambiente sería considerable.

Vía fastcoexist.com